Conmigo o sin mí
He prometido al amor no perder la esperanza, me dice que tenga paciencia que tal vez no es nuestro momento, pero yo insisto.
No soy paciente, y no me gusta el amor a medias, todo o nada, vivir o morir, o contigo o sin ti.
El amor no está hecho para medios “te quieros” y yo no soy de medias naranjas, me gustan enteras, con todo su jugo. Exprimirlas hasta la última gota de zumo.
Soy exigente, lo sé. Soy de sentir, no me importa picharme con las espinas si luego tengo rosas, me tiro de cabeza y no miro si hay agua. Eso es vivir el amor.
A la mierda los amores con frenos, esos llenos de miedos y prejuicios.
Dicen que en el amor hay que saber esperar, yo me pregunto ¿esperar a que? a que se pase lo mejor de la vida por esperar a un medio amor, un amor cobarde, un amor de contenedor. No gracias.
Yo me lanzo, me equivoco o acierto, me quemo o me congelo, amo y odio pero no me pidas que espere, no me gustan los tiempos muertos, esos que no ofrecen nada, llenos de sentimientos confusos y miradas pérdidas.
Pero claro, este amor es solo para valientes, los que no tienen miedo a arriesgar, los que saben que un “contigo” significa todo y un “sin ti” es nada, para los que se aventuran sin maletas en este viaje, y los que se lazan sin paracaídas, solo con el corazón dispuesto a todo.
¿He dicho valientes? Pues rectifico, muy valientes.
No hay punto intermedio, el amor es vivir o morir, conmigo o sin mí. Tú decides si te vienes conmigo o te quedas a esperar como se te pasa la vida viviendo un amor vagabundo, con sentimientos escondidos, tú decides si quieres un amor que explote a cada instante o que tan solo coja uno grados de temperatura, eres tú quien decide si te acuestas conmigo o duermes con otras. Y ahora dime, ¿eres de los valientes?
Yo soy de los valientes, y hoy sé que el amor es todo o nada, con espinas, con nubes grises, con garbanzos negros… o das todo, o se queda en nada. Y sé que el que arriesga también gana. Hoy ganamos los dos.
Coge fuerzas, respira hondo y lánzate, Lo mejor de la vida sin duda es el amor, pero el amor loco, el que se respira sin abrir la boca, el que no entiende de edades, ni de sexos, el que no respeta culturas, y se salta todas las reglas del juego. Ese es el de verdad el que mueve montañas, el que hace que sientas que amar merezca la pena, el que te hace intentarlo una y otra vez.
Que difícil ¿eh? lo sé, pero ya sabes, o coges el mismo tren que yo, o me verás pasar de largo.
Recuerda, solo para valientes.
PalabrasDel23
