¿Y SI TE MARCHAS Y NO TE HE DICHO ADIÓS?

¿Y SI TE MARCHAS Y NO TE HE DICHO ADIOS?

Si no he podido despedirme de ti, decirte cuantísimo significas en mi vida, que eres mi ejemplo de mujer, mujer coraje con corazón noble, que fácil es hablar de ti, fluyen las palabras, cientos de cosas se acumulan en mi cabeza porque ocupas toda mi vida, en todo estás tú, desde el día que nací, el día que fui al colegio (peinada como si me hubiera lamio una vaca) mi comunión, mi cumpleaños, navidades inmensas rodeada de gente y aquellas en las que somos menos, pero siempre tú y yo …. Llenas mi vida, quédate para siempre.

El verde de tus ojos ilumina donde se apagó la luz, tu sonrisa conquista amaneceres, mujer de eterna fortaleza.

¿Y SI UN DÍA TE MARCHAS Y NO TE HE DICHO ADIOS? No sería justo después de tantos momentos compartidos, toda una vida, me niego.

De ti aprendí que no hay malos gestos para nadie, que la vida ya se encargará de poner a cada cual donde debe estar, aprendí que la bondad es una gran virtud, y el dar sin esperar nada a cambio te hace mejor persona.

Que las historias de tu boca son más bonitas, que las flores cobran un color especial si eres tú quién las riega.

Que no hace falta la generosidad material, que la generosidad del alma llena mucho más

“nada tengo pero menos necesito” ¿es así? Esa frase típica tuya utilizada como recurso, pero que dice mucho más que las cinco palabras que la componen.

Me has enseñado que mirar de frente es sano, pero que si es con tus ojos enamora, que nunca hay que irse a dormir enfadado, que “al que madruga Dios le ayuda” (esto no lo aplico tanto)

El amor a un hijo es incondicional pero a un nieto es especial, como tú, especial.

Aprendí que siempre hay que decir que uno está bien, aunque no sea así, así nadie podrá alegrarse de tu mal.

Me di cuenta que un corazón puede ser un pozo sin fondo dispuesto a dar agua a quien lo necesite, sin exclusiones, ni despechos, ni rencores, por muchas “X” que puedas hacer siempre hay tiempo para borrarlas.

Las promesas se cumplen y las gracias se dan “es de bien nacido ser agradecidos”.

No, no me importa oírte una y mil veces la misma historia, porque aunque suene parecido el momento es distinto y tu tiempo un regalo.

Y no, no sería justo, a tu lado me hice mayor, crecí, maduré, y aprendí, como dices tú; “la vida es un paso, fue ayer cuando conocí a tu abuelo y hace ocho años que no está conmigo”

Tú si que sabes como caminar por la vida.

QUÉDATE PARA SIEMPRE

Con un inmenso amor: PalabrasDel23